Donde menos lo esperas, salta la liebre. Eso pensé al final, después de solucionar varios imprevistos que, fácilmente, podrían haberse evitado.
Todo empezó un lunes, con algo tan normal como la rotura de un bajante comunitario en el piso 2º Dcha, afectando a la cocina y a una terraza lavadero. Como se trataba de un edificio de más de 50 años, de acuerdo con la Presidenta de la Comunidad, avisé a la empresa de fontanería que habitualmente actuaba en este edificio del que conocía cada recoveco, realizando a nuestra plena satisfaccuón las reparaciones que se necesitaban.
Personalmente no me gustaba llamar al reparador de la aseguradora porque, a veces, ante la rotura de un bajante comunitario, intentaban evitar cambiar una pieza completa de uralita o fibrocemento, colocando una masilla en el lugar donde perdìa agua, tapando la fisura. Además, contar con una empresa de fontanería que conoce el edificio, es una ventaja importante, sobre el papel, porque sabe por donde discurren las tuberías. En paralelo dimos parte a la compañía de seguros para que luego atendieran sin problemas la reparación.
Vino el fontanero, cambió la «Y» griega a la altura del suelo del piso segundo y una vez colocada la pieza, hizo varias fotografías de donde estaba la rotura inicialmente y cómo había quedado el trabajo, que me envió por whatsapp y yo mandé por email a la casa de seguros. Finalmente vino el perito, lo examinó todo y dió el visto bueno para que se tapara el agujero.
Para el jueves estaba todo terminado, pero el viernes por la mañana me llaman del local comercial, dedicado al alquiler de trajes de ceremonia, avisándome que estaba cayendo agua a chorros por el techo del local, junto al despachito donde tenían toda la documentación de la contabilidad del negocio. Lo primero que hice fue avisar al seguro de la comunidad, y como el bajante estaba a la vista y era fácilmente accesible, solicité que vinieran sus reparadores para mayor rapidez.
Cuando vino el reparador del seguro, lo primero que dijo fue que se trataba de un atasco que no estaba cubierto por la póliza, porque se debía a una falta de mantenimiento (ningún seguro cubre un atasco de bajante, por lo que es recomendable tener contratados los servicios de una empresa de mantenimiento de la red de alcantarillado como teníamos en este caso).
Luego vino un perito del seguro, determinó que no se trataba de un atasco sino de la rotura de un bajante comunitario que sí estaba cubierta. Me preguntó si recientemente se había reparado algún bajante en la Comunidad, y al contestarle afirmativamente me dijo que avisara al mismo reparador que había hecho el arreglo anterior y que según su criterio esta avería había sido consecuencia de una incorrecta manipulación del bajante, al encontrarse la rotura en la misma vertical donde se había realizado la primera reparación: que el fontanero reparara esta segunda avería y su seguro se hiciera cargo de los daños causados en la tienda (ropa dañada, papeles mojados, y una planchadora industrial que también había quedado afectada).
Llegó el fontanero de la Comunidad, reparó la segunda avería y cuando le conté que el seguro comunitario no se hacía cargo de ella porque había sido consecuencia de la reparación de la primera, me decía que era imposible; le pedí los datos de su seguro de responsabilidad civil y me contestó que no me los podía dar porque no tenía seguro.
En ese momento me arrepentí de haber llamado a este fontanero en lugar de avisar al equipo de reparación del seguro. La Presidenta me había dicho que lo llamara porque conocía al dedillo las tuberías del edificio, pero a la hora de la verdad ya no se acordaba de nada de lo que dijo.
Los daños ascendieron a más de 3.000 € según la valoración del perito de la compañía aseguradora del local comercial.
Tuve suerte de que al final se hiciera cargo el seguro de la comunidad, teniendo en cuenta que llevábamos más de 25 años como asegurados y al ser tan antigua la póliza no tenía excluidos los daños provocados en un bajante cuando la reparación había sido realizada por un fontanero ajeno a la aseguradora.
Conclusión o moraleja sobre cómo actuar ante la rotura de un bajante comunitario:
- Si tienes un seguro con servicio de reparaciones, utilízalo para estar a cubierto si ocurriera algún problema en la resolución de la avería.
- En cualquier caso, antes de que una empresa empiece a prestar servicios para una comunidad de propietarios, exige una copia de la póliza de responsabilidad civil que debe tener contratada la empresa para posibles contingencias.
Francisco García Higuera
Autor del blog Elementos Comunes
CEO de e-fincas